martes, 25 de mayo de 2010

ciudades

Tendencia a la asfixia.
La plaza donde todos bancos son de madera.
El mundo le dejo su frenesí, delirio mental.
Los autos corren picadas al más allá.
Recuérda bien, la despedida.
Le faltan muchos días, meses y años.
En retrospectiva.
Aquello sucedió años atrás.
La avenida es tan peligrosa, excitante y agonizante.
Ya no aguanta más.
Pero todo va a acabar.
En una habitación roja.
El fulgor te lleva de los dedos, de los dedos más largos.
Te elevás en la cuidad.
Un trueno en mitad de julio.
Y la calle te sigue excitando.
ya querés quemar todas tus cosas.
Pero sabes que la adrenalina terminará.
Y la ciudad va a seguir igual.

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